. - Autobiografía

AUTOBIOGRAFÍA

Tovar, hermoso pueblo merideño ubicado al sur del estado, rinconcito encantado rodeado de bellas montañas y hermosos paisajes, fue lugar que un día 02 de febrero del año 1981 me vio nacer, mi madre Rosa del Socorro Bustamante de Quiñónez, humilde ama de casa, me tomó entre sus brazos por primera vez cuando apenas amanecía ese sábado, día de la Virgen de la Candelaria, para ella fue una gran emoción traer al mundo el primero de sus tres hijos, me bautizaron como Henry Jesús Quiñónez Bustamante, en honor a mi padre y a nuestro señor Jesucristo.

yo; y mis dos hermanitos

Cuando tenía apenas cuatro años de nacido, mi padre Henry Alirio Quiñónez Cuevas, comerciante de esa zona, tomo la decisión junto con mi madre de abandonar el pueblo de Tovar y tomar como nuevo lugar de residencia: La ciudad de El Vigía. Mi padre se mudo con la ilusión de conseguir una mejor calidad de vida para su familia, fue así; como alquiló, al principio, un pequeño local donde montó una “bodeguita” para poder subsistir. Desde la edad de cuatro años mi papá se preocupó por enseñarme a leer y escribir, me sentaba en una pequeña mesa ubicada en la parte trasera de nuestro nuevo hogar, y con gran dedicación y cariño aprendí a su lado las primeras letras y a sacar mis primeros y sencillos cálculos matemáticos. Como a los seis años ya sabia leer y escribir no cursé el Preescolar y fui promovido directamente a primer grado, en una escuelita rural ubicada en la carretera panamericana que lleva por nombre Escuela Básica integral Km9.

Mientras yo asistía y cursaba mi primaria, el pequeño negocio de mi papá fue creciendo poco a poco, él trabajaba muy duro y yo desde pequeño lo ayudaba en lo que podía, esos ratos que compartíamos juntos eran los mejores de mi vida porque a pesar de que mi padre solo tenía sexto grado aprobado, toda su vida se dedico a leer cosas interesantes que compartía conmigo en los pequeños ratos que pasábamos trabajando en el negocio, siempre me insistía que nosotros éramos una familia pobre pero honrada, que el respeto a los demás tenia que ser parte de mi vida, y que por muy humilde que era nuestro hogar jamás debía de tratar de tomar las cosas materiales de los demás.

Mi familia se compone por un gran número de miembros, que van de Fotógrafos profesionales hasta Médicos, en donde se acostumbra siempre a luchar unidos, para alcanzar los objetivos o metas familiares.

mi pequeño pueblito

Desde pequeño solía jugar con mis amigos al Deporte que más me apasiona: el fútbol, considerado por muchos el deporte más popular del mundo. Me hubiese gustado en mi vida, ser un gran futbolista Venezolano para llevar en alto los colores de mi Bandera, pero debido a las circunstancias y al poco apoyo económico, nunca pude cumplir mi sueño.

papa, dios te tenga en la gloria

Cuando cursaba el tercer grado de primaria mi mamá dio a luz a mi hermana Rosana del Valle Quiñónez Bustamante, lo cual fue motivo de alegría por parte de toda la familia. A la edad de doce años terminé mis estudios de primaria con honores, y directamente empecé mis estudios de secundaria en el Colegio “Rómulo Gallegos”.

En el tercer año de bachillerato se me fue concedida la medalla por alto rendimiento académico, y obtuve una beca por la directiva del Colegio por mi buen desempeño. Cuando cursaba el 1er año de ciencias, comencé mis primeros pasos como jugador aficionado de Ajedrez. Siempre al terminar mis clases me dirigía a la Plaza Mamasantos para compartir junto a mis amigos una partida de Ajedrez.

En quinto año me concedieron la medalla por segunda ocasión, además, fui miembro fundador del Periódico de mi Colegio llamado VO-CES, mis padres se sentían orgullosos de mí para ese momento. Al mismo tiempo, obtuve mi titulo de Bachiller en Ciencias, siendo el mejor alumno por haber alcanzado el más alto promedio académico

Posteriormente al año de salir de bachillerato conseguí mi cupo universitario en la carrera de Ingeniería Mecánica, donde comencé una carrera universitaria, más por suerte de haber conseguido un cupo universitario que por gusto. Cuando había cursado dos semestres de mi nueva carrera, tuve que abandonar mis estudios por enfermedad de mi padre y hacerme cargo del trabajo que mi papá desempeñaba, para poder mantener a mi familia y cubrir la costosa enfermedad de mi padre. Después, casi tres años de ausencia, retomé mis estudios de educación superior, en donde aprobé cuatro semestres más.

Durante mi curso por la facultad de Ingeniería, me destaqué en una materia: Termodinámica I, lo que me permitió concursar y ganarme el puesto de preparador por un semestre. En el año 2006 mi familia, que para entonces ya tenía un miembro más gracias al nacimiento de mi segundo hermano, tomó la disposición de mudarse nuevamente para el pueblito que me vio nacer, eso debido a las enfermedades que padecía mi padre. Ese mismo año presenté la prueba interna de admisión de la Universidad de los Andes, y seguidamente mi cambio de opción de ingeniería a Educación Matemática fue aprobado. Actualmente tengo tres semestres cursados en la Facultad de Humanidades, además conseguí la beca Gran Mariscal de Ayacucho, que junto con mis trabajos que hago de forma independiente me sirven para costear mis gastos diarios. En esta facultad me siento muy a gusto, considero que hay cosas que no domino, pero lucho día a día, por adquirir esos aprendizajes nuevos y concluir mi carrera universitaria, para honrar a mi madre y muy especialmente dedicarle mis pequeños logros a mi querido padre que lamentablemente falleció el año pasado, pero que sus consejos, cariño, lucha y amor jamás desaparecerán de mi memoria. Abajos les dejo la foto de mi gran amor